Clío en el espejo

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Algo de estudio histórico: Imperialismo industrial y dinámica de la relación centro-periferia


Imperialismo industrial y dinámica de la relación centro-periferia
           La coyuntura económica mundial que explotó en septiembre de 2008 con la crisis en los mercados financieros -y que tiene sus antecedentes en la llamada crisis subprime del 2007 en el terreno de las hipotecas en el mercado de los Estados Unidos-, constituye un ejemplo paradigmático que da cuentas de la cualidad dinámica del sistema categorizado con la dicotomía centro-periferia, dinamismo que se ve influenciado por las características desiguales que se fomentan en las distintas sociedades donde se desarrolla el macrofenómeno de la Revolución Industrial y que perfila una economía mundial.
         Dichas desigualdades, si bien se ven determinadas por las particularidades históricas de la región donde se desarrolla el macrofenómeno, son también impulsadas por el imperialismo industrial característico del macrofenómeno que genera una relación de interdependencia, donde la periferia se ve dominada por el centro que constituye el área de mayor desarrollo, y donde, en general, el centro saca provecho de las desigualdades históricas y, por otro lado, la periferia se caracteriza por mantener su posición de dominada. El cambio en las regiones centro-periferia puede darse tanto porque una región periférica (o central) cese de serlo para pasar a ser una zona central (o periférica) o porque una zona central (o periférica) disminuya -si es central- o aumente -si es periférica- su grado de influencia en la determinación de las reglas del juego económico en tanto que su grado de desarrollo deje de crecer –si es central- o comience a aumentar –si es periférica-.
         Así, por ejemplo, aunque las consecuencias definitivas y a largo plazo de la crisis financiera mundial no están del todo claras, y aunque el sistema capitalista seguramente logre sobrevivir a las crisis como lo ha hecho a lo largo de la historia durante las crisis que se le han presentado, sí pueden vislumbrarse algunas modificaciones que se darán en el devenir del desarrollo de los procesos económicos en cuanto a cambios en la visión respecto al fomento del libre comercio y a la confianza en la influencia de la mano invisible del mercado y la superioridad y posición hegemónica de los Estados Unidos, y que de hecho se ha estado dando con las propuestas alternativas y las demandas por parte de las distintas áreas geopolíticas de menor envergadura respecto a Estados Unidos –como, e.g., Latinoamérica, China e India- respecto a cambios necesarios en el manejo y desarrollo de la economía en el mercado capitalista mundial.
En este sentido, pueden señalarse las propuestas alternativas a la propuesta estadounidense del  ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), propuestas alternas ofrecidas por  algunos sectores de Latinoamérica, quizá no del todo bien definidas y/o demasiado optimistas como, e.g., el ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América), que incluso han propuesto acuñar una moneda común para una Latinoamérica integrada, con el objeto de fortalecer su desarrollo económico, en busca de deslindarse de la estricta dependencia con la economía norteamericana y por tanto dejar de ser una región estrictamente periférica, en aras de lograr una mejor posición para los países de Latinoamérica en la economía mundial.
            Así, producto de las cada vez más amplias desigualdades fomentadas en la economía mundial desarrollada por el macrofenómeno de la Revolución Industrial, la dinámica de la relación centro-periferia experimenta cambios drásticos, al menos en un principio, en el ámbito de la actitud de las llamadas áreas periféricas respecto a su posición en el todo de la estructura económica mundial, donde buscan reducir la brecha que las separa del desarrollo de las regiones centrales, en aras de que la relación de interdependencia sea más recíproca y menos sesgada, que realmente sea interdependencia y no dependencia de una región (la periférica) de la hegemonía de la otra (la central), y donde se produzca un diálogo global en lo que respecta a la definición de las políticas económicas y no una imposición unilateral, de tal manera de, en el largo plazo, ir logrando una mayor equidad, en la medida de lo posible, en el desarrollo económico de todas las áreas involucradas.
NOTA: Comentario sustentado en contenido de macrofenómeno de la Revolución Industrial propuesto por Prof. Oscar León en la Cátedra de Historia Universal Contemporánea en la UCV.
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