Clío en el espejo

¡Hola, bienvenido!. Cada uno de nosotros construye y, a la vez, es construido por su historia en el espejo. Y la historia siempre llega a ser diáfana. Cada historia cuenta. Muchas gracias por la visita. ¡Éxitos y bendiciones!

Al Spy



Al Spy

Al Capone fue liberado en noviembre de 1939 tras su condena por evasión de impuestos de 1931. Para la fecha de su liberación el mundo era un lugar distinto y, sobre todo, un lugar más oscuro. La invasión alemana a Polonia recién daba inicio a una guerra en Europa. Por su lado Estados Unidos de América había superado parte de los estragos producto de la debacle de la Gran Depresión. Capone, como el mundo al que ahora salía, era también muy diferente.

No quedaba nada de aquel cruel, sanguinario y carismático líder de la mafia, que llegó a convertirse en uno de los más buscados del FBI y que sólo pudo ser atrapado por cargos ajenos a por los que se le buscaba.

Al cruzar el portón de salida de la cárcel y contemplar la vaga luz del sol esa tarde invernal, el mafioso más famoso otrora tan detallista y sagaz, no entendía ya de inviernos o primaveras, ni de libertad o prisión. En sus años en la cárcel su cordura se vio afectada y a veces ni siquiera estaba muy claro en quién era él.

Su esposa lo esperaba ansiosa y lo recibió efusivamente junto a sus hijos y demás familiares. Él gánster apenas si les reconoció.

Sin embargo, como dicen que hay mucho de razón y sabiduría en la locura, el carácter de Capone cambió para mejor. Su esposa no extrañaba para nada el Capone huraño y mandón que maltrataba a su familia.  Sus nuevos aliados de negocios en su nueva faceta de hombre libre y correcto no tenían más que elogios para su quijotesco socio. Sus bienes no eran nada comparado con lo que tuvo antes, pero Capone no se quejaba de lo que dejo atrás, vagamente se acordaba de ello…

Para finales de 1941, cuando la guerra en Europa estaba en pleno desarrollo, Japón decide atacar la base naval de Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawái, una acción que hizo entrar a los Estados Unidos en la guerra del lado de los Aliados.

El espionaje se había convertido en un arma poderosa en la guerra para acercarse al enemigo.  Eliot Ness, el destacado agente del tesoro de los Estados Unidos que logró atrapar a Capone, se había convertido en un asesor de inteligencia para el FBI. Y cuando le fue consultado sobre posibles espías dobles que pudieran utilizar para ayudar al espionaje británico contra los alemanes, Ness -conocedor de la situación a la sazón de Capone que era un hombre totalmente cambiado, algo orate, pero una locura lúcida- lo sugirió como una muy buena opción.

Consultaron a Al Capone sobre la posibilidad de unirse a la fuerza Aliada como espía y este ni se lo pensó. Asintió inmediatamente. Fungiría como un doble espía en la Alemania nazi, a la que se uniría, supuestamente, por  su afán de vengarse de su país por los 7 años que estuvo encarcelado. Al llegar a Berlín a principios  de 1942, Capone rápidamente caló muy bien en las filas del nazismo y logró llevar a buen término varias asignaciones en su papel de doble espía Aliado.

Pero, a finales de 1943, los nazis descubrieron la conexión Aliada de Capone a través de un doble espía de sus filas. Fue ejecutado el 16 de noviembre de 1943, mismo día en que había salido libre hacía cuatro años. El otrora villano murió como un mártir y héroe de las fuerzas Aliadas de la Segunda Guerra Mundial. Ness ahora lo llamaba con el nombre con el que tuvo una suerte de redención y pasó a la posteridad, Al Spy.
NOTA:

Este relato, intento de ucronía, participa en el
Concurso "CUENTOS DE MAFIOSOS" del blog El círculo de escritores. Anímate a participar, tienes hasta el 3 de septiembre de 2016.

Créditos:
photo credit: Sombrero Gángster via photopin (license)

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