"El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio" Madre Teresa de Calcuta (1910-1997). Religiosa católica, de origen albanés, nacionalizada india. Fundadora de la congregación Misioneras de la Caridad.
Aunque todos somos especiales y únicos en el universo, y no debemos ni menospreciarnos ni sobrevalorarnos entre nosotros, sin querer caer en esa categoría, tengo que decir que -aunque puede parecer un lugar común- mi madre es la mejor persona que he conocido en el mundo.
La afirmación anterior no tiene nada que ver con el afecto y amor infinito e incondicional de mi madre hacia mí, que es un hecho y, por cierto, muy inmerecido de mi parte. Ella es también mi persona favorita en todo el mundo.
Es que mi mamá es una persona muy bondadosa, servicial, excepcionalmente optimista, confiada en Dios y apasionada por la vida pese a tanta adversidad y carencias que ha tenido, siendo víctima de tragedia y la miseria humana desde muy temprana edad. Ella sí ha sabido ser la protagonista de su propia historia de vida, logrando una calidad de vida mágica. Desafortunadamente, yo poco de ella he aprendido en ese respecto.
Mi madre en su vida ha logrado poder decir como el apóstol Pablo “…he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13).
Dedíquenle tiempo y den amor a su madre, ¡ella ama tanto y pide tan poco!.
La mejor persona
Tú eres la mejor persona
Que he podido conocer
Madre, Dios me ha bendecido
Tú eres el más puro ser
A ti bendecida madre
Un gran abrazo te doy
Rememorando lo buenoY olvidando lo que no.
Porque siempre estás alegre
En cualquier situación
Reparas lo que está heridoEn eso eres un campeón
Zurces cualquier corazón
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Mery Pérez
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