Ver clip en YouTube de la escena de Lección de Piano
NOTA: Añadí arriba el clip de YouTube de la escena de la película. El micro está basado en una escena de la película de 1993 La lección de piano (The piano) de la directora y guionista ganadora del Oscar Jane Campion, la escena es cuando la protagonista, Ada, una pianista muda, se comienza a ahogar al ser arrastrada por una soga hacia el mar, soga que amarraba al piano que ella pidió se lanzará al mar, durante su viaje de partida con su nuevo compañero de vida y su hija.
Sinopsis de la película en FilmAffinity: Año 1851. Ada, que es muda desde niña, acaba de enviudar. Un matrimonio concertado la obliga a dejar su Escocia natal y viajar a Nueva Zelanda, acompañada de su hija y de su piano. Allí conoce a su futuro marido, un próspero granjero que se niega a llevar a casa el piano. Abandonado en la playa, el instrumento será rescatado por un vecino que establece un extraño pacto con Ada: él la dejará usar su piano a cambio de que ella se deje tocar.
La despedida
Cuando Ada vio que la soga que ataba al piano estaba rodeando su pie, no le dio tiempo de soltarse, tampoco pudo gritar ya que sólo susurraba, y fue arrastrada hacia el mar por la soga.
Al verse sumergida en el agua junto a su amado piano comenzó a pensar cómo fue posible que hubiera pedido que se deshicieran de él echándolo al mar. Después de todo lo que ese piano había hecho por ella. El piano fue su voz, su sustento, por el piano encontró el amor…
Mas ahora con un dedo mutilado, en cierto modo también por causa del piano, ya quizá no podría tocarlo más, y concluyó que lo que le estaba pasando era lo mejor y más justo, irse, morir con su piano, que el mar fuese la tumba de ambos. Ada comenzó a dejarse llevar por esos pensamientos, y sintiendo ya sus pulmones colapsar se llenó de paz, pensó “es una muerte inesperada, pero es mi destino”.
Pronto esos pensamientos comenzaron a desvanecerse cuando otros le comenzaron a llegar. No era sólo el piano, tenía a su pequeña hija, Flora, a quien amaba tanto y ahora tenía también a George, quien le mostró que había una vida mejor y quien iba a vivirla en lo sucesivo con ella. Entonces recuperó las fuerzas y comenzó a buscar liberarse de la soga. Y lo logró. Quizá ella lo era todo para el piano pero el piano no lo era todo para ella. Y le dijo adiós.
Relato creado para participar en la convocatoria Microrretos: De la escena... ¡al micro! de El Tintero de Oro
Créditos:
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