Resumen de Sobre
la violencia desde la geografía histórica[1]
El
texto plantea que la geografía histórica siendo una disciplina en construcción
se presenta como una herramienta idónea para estudiar un elemento de amplia
vigencia en nuestros días como lo es la violencia. Por ello, invita el texto a
plantear una geografía histórica de la violencia que estudie las relaciones
entre medio físico y el medio social que se establecen por la fuerza y ofrece
el texto una serie de apuntes metodológicos
para contribuir con este enfoque de análisis.
Para
ofrecer un marco teórico e histórico, el texto da un breve esbozo de la
historia del desarrollo y delimitación de la geografía histórica como derivada
de la geografía cultural que surgió al finalizar la primera guerra mundial,
geografía que surgió para complementar a la geografía física, pues se interesó
en el ser humano como factor modificador de la geografía. Esta geografía
cultural en aras de establecer sus linderos, se llamó geografía humana –la cual
buscaba deslindarse del cientificismo presente en la geografía física-, y
luego se fragmentó en geografía humana y geografía histórica, diferenciadas
por el acceso a qué fuentes, ya que la geografía histórica accede a las distintas
fuentes históricas de manera crucial como se hace en todo estudio histórico,
mientras que la geografía humana lo hace someramente cuando les presta atención
pues se interesa más por las relaciones hombre-naturaleza del presente. Señala
el texto a Hercateo de Mileto y Heródoto como precursores de la geografía
histórica. La geografía se institucionalizó en 1830 con la fundación de la
Royal Geographical Society, que tuvo
como precursores y ejemplos previos más cercanos a Von Humbold y Ritter.
Deja
ver el texto que el tema de la violencia, el cual históricamente ha estado
presente en la vida humana desde el principio de los tiempos, provee una amplia
gama de elementos proclives al análisis geohistórico y que no se abordan por
otras ramas del conocimiento, elementos como por ejemplo la escogencia de un
medio para vivir por razones de guerra o guerrilla, o las implicaciones en el
entorno físico del campesino productos de la invasión de entes foráneos como
los guerrilleros en el campo, entre otros.
Invita
el texto a no sólo quedarse con las fuentes escritas al emprender un análisis
geohistórico – en este caso de la violencia-, sino buscar apoyo en otras ramas
de conocimiento como la economía, sociología, antropología, etc., que
constituyen fuentes valiosas de información no sólo de índole escrito. Realizar
trabajo de campo para acceder directamente al paisaje donde ocurren los hechos,
entrevistar a los testigos y estudiar su gestualidad tiene mucho que aportar a
la explicación de los hechos, pues factores objetivos y subjetivos participan
en la producción de la violencia y el acercarse a las distintas fuentes de
formas innovadoras y comprometidas como las mencionadas de ir al territorio
donde ocurren los hechos y/o entrevistar a los testigos y protagonistas de los
hechos profundizando en sus sensibilidades, contribuye a la obtención de nuevos
planteamientos que permitan explicar el fenómeno de la violencia.
[1] Henry Suárez. Sobre la violencia desde la geografía histórica.
En: José Ángel Rodríguez (comp..).
Visiones del Oficio. Caracas,
ANH, CEP-FHE-FEFHE, UCV. 2000. pp. 732; pp 413-433
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