“En un país
donde los cargos se crean sólo para beneficio del pueblo, ningún hombre tiene
más derecho intrínseco que otro para desempeñarlos. Los cargos no se han
establecido para dar apoyo a hombres particulares a expensas del público.
Ninguna injusticia se comete al removerlo, ya que ni el nombramiento para el
cargo ni su continuidad en él son cuestiones de derecho”.
El
texto analizado corresponde a parte de lo expresado por el presidente de los
Estados Unidos Andrew Jackson[1], en su discurso de fecha 8
de diciembre de 1829, como su primer mensaje anual presidencial. El texto
citado hace referencia a una de las políticas que adoptara el Presidente
Jackson durante su gestión de gobierno conocida
como "la edad del hombre común", referente al manejo de los
cargos públicos ya que él “creía que
el poder debía trascender a las élites atrincheradas” que habían dominado
el escenario político de los Estados Unidos a la sazón. Esa fue una de sus
tantas políticas que se vio influenciada por “su enfoque a los problemas (…)
demasiado personal e instintivo”(Morison,1980:256) ya que a él mismo por
proceder de una familia pobre se le hizo bastante difícil llegar a la
presidencia.
La elección en 1828 de Andrew Jackson como presidente de los Estados Unidos, marcó varios cambios importantes en la vida política
estadounidense. Tradicionalmente, el Presidente había sido un miembro del gabinete de un presidente anterior, y más aún había sido hombre que había hecho carrera en los asuntos nacionales
, pero Jackson, a pesar de que contaba con el apoyo nacional, nunca había
ocupado un cargo gubernamental importante. Su elección fue “resultado de un movimiento popular
que se distanciaba de las élites políticas tradicionales”(Brinkley,1996:201).
Sus predecesores habían venido de familias
aristocráticas y se habían inclinado a despreciar o al menos a desconfiar de la gente común, pero Jackson trajo con él la fe en que “any
citizen could adequately perform the work of goverment”(Rogers,104). Así
como se refiere en el texto citado,
Jacskon indica que "En un país donde los cargos se crean únicamente para el beneficio del pueblo, ningún hombre tiene derecho más intrínseco que otro
para desempeñarlo." Y en
cierta forma resumió su filosofía
política cuando afirmó en
su alocución de despedida de la vida política en 1837: "Never for a moment believe that the great body of
the citizens of any State or States can deliberately intend to do wrong”[2].
Aunque los demócratas jacksonianos no siempre estuvieron de acuerdo en
todo, de hecho “el partido demócrata quizá no haya tenido una sola posición
ideológica”(Brinkley,1996:200), ni en que era lo correcto, por lo menos fueron coherentes en su oposición a
ciertas tendencias que consideraban un error: por ejemplo, el poder arraigado
en los cargos públicos como
se meciona en el texto citado, los privilegios
económicos tradicionales y los derechos de voto limitados. No obstante, aunque planteaban su
posición al respecto, en la práctica no eran tan radicales, ya que igualmente “los
nombramientos para los cargos casi siempre favorecían a los colaboradores y
políticos importantes del presidente. Los delegados a las convenciones
nacionales rara vez eran comunes y corrientes, pero con frecuencia eran
miembros de las élites locales del partido”(Brinkley,1996:201), así que “las
oportunidades políticas aumentaron dentro del partido, pero en mucha menor
medida de la que sugería la retórica jacksoniana”(Brinkley,1996:201).
En ese mismo mensaje anual, Jackson
hace referencia al controversial tema de la remoción de los indios de sus
tierras nativas, lo que se había realizado a lo largo de la historia de EE.UU.
Y es que Jackson agudizó esa remoción pues durante su gobierno se dio una fase
decisiva en “la larga lucha entre los colonos blancos y los derechos de los
indios al este del río Mississippi”(Brinkley,1996:205) y siguió la política
de Jefferson que indicaba “el traslado de todas las tribus indias al
Oeste”(Morison,1980:254). Así que en su mensaje presidencial anual Jackson
justifica el proceso y prepara el camino para llevarlo a cabo. Así justifica que su intención es buena: “professing
a desire to civilize and settle them, we have at the same time lost no
opportunity to purchase their lands and thrust them farther into the wilderness”(Currier,1841:250)[3] y
especifica la forma y el por qué los indios deben cooperar con el “Destino
Manifiesto” característico del pensamiento de los estadounidenses que incluye
hacerse con las tierras de los indios y a ellos exiliarlos hacia el Oeste, lo
más lejos que se pueda.
Incluido ese aciago hecho de la
diáspora de los indios nativos americanos proyectada y luego ejecutada por
Jackson, se dan esas “tantas limitaciones que puede dudarse que se le deba
incluir entre las filas de los presidentes realmente grandes”(Morison,1980:256)
porque si bien buscó favorecer a los blancos en su totalidad, ofreciendo a
todos “la misma protección y los mismos beneficios”(Brinkley,1996,200)
sin importar su posición económica o clase social, no lo pensó así para con los
indios y los negros, pues como siempre tomó en cuenta lo “personal e
instintivo” y como él se vio afectado por su condición social, se preocupó
por ayudar a los de su clase, reduciendo entonces su radio de acción durante su
gestión de gobierno.
Historiografía consultada
America’s Founding Fathers National Archives and Records Administration.
Consultada en línea en diciembre de 2009 desde:
En: http://www.archives.gov/exhibits/charters/constitution_founding_fathers.html
BRINKLEY, Alan, Historia
de Estados Unidos. México DF., McGraw
Hill, 1996
Jackson's Farewell Address
Consultado en línea en diciembre de 2009 desde:http://www.nationalcenter.org/Jackson'sFarewell.html
MORISON, Samuel Eliot. Historia de Los Estados Unidos De Norteamérica.
Fondo de Cultura Económica. México, 1980. pp. 967.
ROGERS, Harold
The History of Democracy-From the Middle East to Western Civilizations. 2006. pp.208Consultada en línea en diciembre de 2009 desde:
http://books.google.co.ve/books?id=i6f3sN42-1IC&printsec=frontcover&source=gbs_navlinks_s#v=onepage&q=&f=false
CURRIER, Edward.
The political text book. Hollinton Mass. 1841. pp. 512Consultado en línea en diciembre de 2009 desde:
http://books.google.co.ve/books?id=7WgUAAAAYAAJ&printsec=frontcover&vq#v=onepage&q=&f=false
[1] Andrew Jackson (1767 -
1845) fue el séptimo presidente de
los Estados Unidos de América Era hijo de inmigrantes
irlandeses y combatió
muy joven en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en la que perdió
a toda su familia. En Nashville se
estableció y se hizo de bienes inmobiliarios. Como general
de milicias, se distinguió en la lucha contra los indios. Gobernó los Estados Unidos entre 1829 y 1837.
[2] Ni por un momento creo que la gran masa de los
ciudadanos de cualquier estado puede tener la intención deliberada de hacer el
mal
[3] “profesando un deseo de civilizarlos y reglamentarlos, tenemos al mismo tiempo que no perder la oportunidad de comprar sus
tierras y empujarlos un poco más lejos en el desierto”[traducción
propia]
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