La decisión
Por mi mente venía rodando la idea hacía ya bastante tiempo. Aún no me había decidido a hacerlo, pero sólo esperaba una sutil señal para tomar la decisión. Pero si lo hacía tenía que ser de forma insospechada. Pasaba horas buscando ideas a ese respecto en la llamada telaraña universal o superautopista de la información. Allí, en Internet, hay solución para todo, según se dice.
Esa noche me tomé mi respectivo Prozac bien temprano, antes de las ocho, y tomé la idea de dedicarme a beber. Bebí demasiado, más que nunca, pues era tanto lo que quería olvidar. Todas esas tristes cuitas las quería ahogar en el alcohol para así no sufrir más. Pero no lo logré. De tanto alcohol mezclado con Prozac quedé como hipnotizado. En ese estado hipnótico mi mente no paraba de pensar y me di cuenta de que todos mis pensamientos eran referidos a ti, y me dije:
- “¡Rayos, es igual a cuando estoy sobrio!”.
Entonces comprendí que me llegó la señal… y no fue nada sutil. En el acto tomé la decisión. Entendí que no había otra salida, que las drogas y el alcohol no atenuarían mi dolor y tristeza. Que no borrarían como por arte de magia mi memoria ni te sacarían de mis pensamientos ni de mi corazón.
Tomé apresurado las llaves del automóvil, lo abordé y comencé a manejar en dirección al kilómetro 13. Como había leído, ese era un buen lugar para hacerlo pues allí era algo común. Así que conduje por encima de los 200 kilómetros por hora hacia ese kilómetro del terror. Pensé en mi madre y le pedí perdón en mis pensamientos, lo sentí real pues allí es donde había estado viviendo, o mejor decir, muriendo, desde hacía ya una docena años. Al menos mi madre lo vería como un trágico accidente, eso me confortaba y pude sonreír agradecido. Sería al fin libre de la cárcel de mis pensamientos. Y así, alegre y sonriente por primera vez después de tantos años, me dirigí estoico hacia al final de mi camino.
Nota:
Este relato participa en el Concurso "FRASELETREANDO" propuesto en la comunidad ALMAS DE BIBLIOTECAS Y CINES en Google+ . La frase utilizada “en ese estado hipnótico mi mente no paraba de pensar y me di cuenta de que…” es de la novela “El diario de un hombre decepcionado” de W.N.P. Barbellion y es la que se utiliza en esta entrega del concurso.
Créditos:
photo credit: Marcel Oosterwijk via photopin cc
Créditos:
photo credit: Marcel Oosterwijk via photopin cc
No hay comentarios:
Publicar un comentario