Mi amado
Nos conocimos un
domingo, una noche fría de invierno, pero con nuestras emociones llenamos el
ambiente de calor. Temprano ese día había asistido a la misa, como era costumbre.
El padre habló del tema de las relaciones y la familia. Aunque me aburrí un
poco en el servicio pues pensé no era un tema para mi edad, después durante el día medité al respecto.
En realidad,
aunque era joven aún pues tenía sólo dieciséis años, meditar sobre el futuro
y con quien forjarlo y compartirlo no parecía mala idea. Y esa misma noche conocí a mi
amado. A partir de entonces todas las noches tenemos nuestro romántico encuentro.
Conversamos para conocer nuestros sentires, sueños y proyectos. Nos llenamos de
caricias, besos, abrazos y carnal pasión.
De aquel domingo hace ya cuarenta y cinco años. Ambos
hemos envejecido, pero igual nos encontramos cada noche sin falta en nuestra
morada de amor. Algunas veces él se llena de mayor locura y me propone casarnos,
y debimos haberlo hecho, porque ¿qué más da?, somos una feliz pareja nocturna y
mejor alma gemela no podríamos encontrar. ¡Oh, como quisiera poder pasar todo el
día soñando y así estar siempre con mi amado!
NOTA:
Este microrrelato participa en el Concurso de Microrrelatos "MICROLOVE II" propuesto en la comunidad ALMAS DE BIBLIOTECAS Y CINES en Google+ por los administradores del blog El Círculo de Escritores
Créditos:
photo credit: Candida.Performa via photopin cc
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