“Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia.”
William Faulkner (1897-1962) Escritor estadounidense.
Ananké en la mitología griega
representa la personificación de lo insoslayable, inevitable y necesario. Es como
una suerte de destino final que nos corresponde.
Cuando
no nos pasamos la vida buscando -y a la vez esquivando- ese ananké que nos
corresponde, tendemos a crear alguno que por tratar de alcanzarlo o nos
paraliza o nos lleva por un camino que no va a ninguna parte, deslindándonos de
otras posibilidades, posiblemente separándonos del ananké correcto,
empecinándonos en un destino contrario a la inevitabilidad, sino más bien
totalmente utópico.
El
tiempo es implacable y si lo dejamos pasar sin siquiera darnos cuenta, entonces
lo que llegará desafortunadamente a ser inevitable será la imposibilidad de
lograr nuestro ananké.
Persigue, alcanza y haz realidad el ananké o plan de Dios para tu vida. ¡Éxitos y bendiciones!
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