“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo
os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí.” (Juan 15:26)
Paráclito es la palabra derivada del griego que se utiliza en la Biblia para
referirse al Espíritu Santo, a ese
Consolador que Jesús envía para que nos
acompañe. El Espíritu Santo es un gran Consolador y Ayudante que nos permitirá
comprender la doctrina cristiana para servir al Señor de la forma que
corresponde. El Espíritu Santo funge como presencia de Dios entre nosotros.
Así, el Espíritu Santo es el que nos hará comprender
lo que Dios quiere de Su iglesia: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho”(14:26)
El Espíritu Santo nos llega como un suerte de representación
de Jesús entre nosotros a raíz de Su partida a prepararnos morada en el Cielo: “Pero
yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré“ (Juan 16:7)
Y también el Espíritu Santo nos muestra que en Cristo
somos más que vencedores pues en Jesús está la verdad y la vida que Dios
quiere: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)
El
Espíritu Santo viene a consolarnos y ayudarnos a todos los hijos de Dios a
cumplir Su propósito en nuestras vidas. Aprovechémoslo y gocémonos en Su poder.
Ven
Espíritu Santo y llénanos con Amor.
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5:22-23)
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