Una figura importarte del Siglo XIX
Cuando estudié
Historia en la UCV, nunca tuve la oportunidad de realizar algún trabajo sobre
Simón Bolívar, El Libertador. Se argumentaba en la Escuela que ya
sobre Bolívar se había escrito demasiado (lo mismo se decía sobre la WWII que
también era uno de los temas que más me apasionaba) y a la sazón sobre lo único
que se podía escribir de Bolívar era para desmitificarlo y bajarlo del altar en
que lo había colocado la historiografía oficial y la no tan oficial -pero considerado también ya agotado-, cosa que
me parecía bien en aras de contribuir de la mejor forma a generar un
conocimiento histórico no laudatorio y no sesgado, pero que restringía
ampliamente el análisis sobre El Libertador. Así que, y sin querer hacer
ejercicios laudatorios a este venezolano del mundo como lo es Simón Bolívar –a
quien no niego le tengo mucha admiración y respeto, y es de mis personajes
históricos predilectos-, voy a aprovechar para desarrollar en este blog algunos
análisis sobre la vida y obra de Simón Bolívar, comenzando con destacar el
hecho de que en una vieja votación online en la BBC de Londres, de la cual me entero
hasta hace poco, se eligió a Bolívar como uno de los personajes históricos más importantes.
Un concurso por cierto muy contrastante, en el que resultó ganador Rubén Darío,
el gran poeta nicaragüense, quizá el personaje menos polémico y más del gusto
de todos entre los votados (Rubén Darío: 82.524 votos, Simón Bolívar: 49.237
votos, Augusto Sandino: 1.455 votos, Ernesto "Che" Guevara: 872
votos, Fidel Castro: 794 votos, Juan Pablo II: 746 votos, Violeta de Chamorro:
656 votos, Augusto Pinochet: 284 votos, Víctor Raúl Haya de la Torre: 245
votos, Diego Armando Maradona: 238 votos. Ver: http://www.bbc.co.uk/spanish/extra9912mileniopersonajetapa.shtml).
Los organizadores del concurso le dieron crédito a Rubén Darío “por la pluma” y
a Bolívar “por la espada”.
Como venezolana,
la vida y obra de Simón Bolívar me es muy conocida ya que, desde temprano en
los primeros años de la escuela acá en Venezuela, le estudiamos con diligencia,
aunque sea de esa forma de historia que
tanto hay que buscar evitar, esa de fechas y nombres. Así, conocemos desde muy
mozos la suerte de cartilla que comienza con que “Simón José Antonio de la
Santísima Trinidad Bolívar y Palacios nació en Caracas el 24 de julio de 1783 y
murió en Santa Marta, Colombia el 17 de diciembre de 1830”, y se extiende en
toda su historia familiar, su infancia, adolescencia, su edad adulta con sus
glorias y fracasos y finalmente su prematura muerte a la edad de 47 años.
La reseña que
hacen los organizadores del concurso mencionado arriba, la cual transcribo
debajo y puede ser consultada en http://www.bbc.co.uk/spanish/extra9912mileniopersonajebolivar.shtml
resulta una sucinta y concisa biografía de El Libertador, que además aporta
elementos críticos:
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Simón Bolívar
Vivió sólo 47 años, suficientes para ser
conocido como un hombre de fina cultura y agudo pensamiento político. En menos
de 20 años logró la independencia de cinco naciones, hoy seis: Venezuela,
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, más conocido
como Simón Bolívar, el Libertador, nació el 24 de julio de 1783. Su ciudad
natal, Caracas, era entonces la capital de la Capitanía General de Venezuela,
provincia del imperio español en América.
Su infancia
Bolívar era el cuarto hijo de una poderosa clase
social, los "mantuanos", que dentro de la provincia tenían la
primacía en todo, excepto el pleno poder político.
Su padre, Juan Vicente Bolívar Ponte, murió cuando tenía dos años. Su madre, María de la Concepción Palacios Blanco, falleció cuando había cumplido nueve años.
Si bien no tuvo privaciones, Bolívar sintió la orfandad, señalan los historiadores, y tal vez por ello dictó años después un decreto para proteger a la infancia desvalida.
El encuentro con Simón Rodríguez
Simón Bolívar asistió a la Escuela Pública, regentada entonces por el educador venezolano Simón Rodríguez, hombre de ideas pedagógicas y sociales progresistas, quien ejercería luego una profunda influencia sobre su persona.
Su padre, Juan Vicente Bolívar Ponte, murió cuando tenía dos años. Su madre, María de la Concepción Palacios Blanco, falleció cuando había cumplido nueve años.
Si bien no tuvo privaciones, Bolívar sintió la orfandad, señalan los historiadores, y tal vez por ello dictó años después un decreto para proteger a la infancia desvalida.
El encuentro con Simón Rodríguez
Simón Bolívar asistió a la Escuela Pública, regentada entonces por el educador venezolano Simón Rodríguez, hombre de ideas pedagógicas y sociales progresistas, quien ejercería luego una profunda influencia sobre su persona.
Con la muerte de sus padres y abuelos, vivió bajo la
tutoría de su tío, Carlos Palacios, con quien no se llevaba bien. A los 12 años
se fugó de su casa para ir a vivir con su hermana, María Antonia y su esposo.
El hecho sucitó un conflicto que terminó cuando Bolívar, a pesar de su resistencia, fue conducido a la casa de su maestro Simón Rodríguez.
Su personalidad se vio en aquél entonces. Cuando buscaron trasladarlo a la casa de Rodríguez afirmó que se podría disponer de sus bienes pero no de su persona, pues en ésta sólo mandaba él.
Sin embargo, el joven Bolívar tuvo que ceder y en estas circunstancias, Rodríguez se dispuso a educarlo, ganando su confianza y amistad, que duraría toda la vida.
Europa, el amor, el dolor y la promesa
Antes de cumplir los 16 años, Bolívar emprende viaje a España, donde perfeccionó sus conocimientos bajo la dirección de sus tíos Esteban y Pedro Palacios y el Marqués de Ustáriz, su mentor intelectual.
El hecho sucitó un conflicto que terminó cuando Bolívar, a pesar de su resistencia, fue conducido a la casa de su maestro Simón Rodríguez.
Su personalidad se vio en aquél entonces. Cuando buscaron trasladarlo a la casa de Rodríguez afirmó que se podría disponer de sus bienes pero no de su persona, pues en ésta sólo mandaba él.
Sin embargo, el joven Bolívar tuvo que ceder y en estas circunstancias, Rodríguez se dispuso a educarlo, ganando su confianza y amistad, que duraría toda la vida.
Europa, el amor, el dolor y la promesa
Antes de cumplir los 16 años, Bolívar emprende viaje a España, donde perfeccionó sus conocimientos bajo la dirección de sus tíos Esteban y Pedro Palacios y el Marqués de Ustáriz, su mentor intelectual.
Aprende francés, perfecciona sus conocimientos de
historia, matemáticas y otras materias. Además se convirtió en hombre de mundo,
aprendiendo esgrima, baile y frecuentando tertulias y salones en la corte.
Fue allí donde conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, joven española de la que se enamoró profundamente. "Amable hechizo del alma mía", le decía en sus cartas.
El 26 de mayo de 1802 contrae matrimonio y en julio de ese año llega a Caracas con su esposa para administrar sus bienes.
Su felicidad duró poco: en enero de 1803 María Teresa, el hechizo de Bolívar, moría víctima de la fiebre.
Fue allí donde conoció a María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, joven española de la que se enamoró profundamente. "Amable hechizo del alma mía", le decía en sus cartas.
El 26 de mayo de 1802 contrae matrimonio y en julio de ese año llega a Caracas con su esposa para administrar sus bienes.
Su felicidad duró poco: en enero de 1803 María Teresa, el hechizo de Bolívar, moría víctima de la fiebre.
A fines de ese año Bolívar retorna a Europa y en la
primavera de 1804 se establece en París, Francia. Allí lleva una intensa vida
social y mantiene un romance con una dama francesa que se decía su prima, Fanny
Du Villars cuyo salón frecuentaba y al cual acudían políticos, militares,
diplomáticos, científicos y negociantes.
Es en esta ciudad, en la que ya gobernaba Napoleón, donde Bolívar se reencuentra con su mentor Simón Rodríguez.
Con él emprende viaje a Italia y en la cima del monte Sacro jura no descansar hasta lograr la independencia de Hispanoamérica. Comenzaba el camino del Libertador.
La independencia
Es en esta ciudad, en la que ya gobernaba Napoleón, donde Bolívar se reencuentra con su mentor Simón Rodríguez.
Con él emprende viaje a Italia y en la cima del monte Sacro jura no descansar hasta lograr la independencia de Hispanoamérica. Comenzaba el camino del Libertador.
La independencia
En 1807, Bolívar está de regreso en Venezuela y desde
esa fecha comienza a reunirse con sus amigos planeando los primeros pasos de la
independencia.
El movimiento se consolida en 1810 y para julio de 1811, Venezuela -bajo el rol protagónico de Bolívar- declara la independencia.
A partir de allí, surge el temple y la constancia de Bolívar. Por más de diez años, llevará adelante una serie de campañas buscando su objetivo. Debió salir exiliado varias veces y volvió otras tantas.
El movimiento se consolida en 1810 y para julio de 1811, Venezuela -bajo el rol protagónico de Bolívar- declara la independencia.
A partir de allí, surge el temple y la constancia de Bolívar. Por más de diez años, llevará adelante una serie de campañas buscando su objetivo. Debió salir exiliado varias veces y volvió otras tantas.
En uno de sus regresos, en 1813, es nombrado con el
título de Libertador, tras una fulgurante operación conocida como la Campaña
Admirable, donde Bolívar mostró su genio militar.
Pasarán varios años todavía, para que logre su objetivo. Las batallas de Boyacá, Carabobo, Pichincha, Junín y Ayacucho, consolidan su sueño de ver a América libre del yugo español.
En medio de la guerra, conoce a Manuela Sáenz, "la amable loca" como la denominó y que pasó a ser la "libertadora del libertador", al salvar su vida años después.
El fin
Pasarán varios años todavía, para que logre su objetivo. Las batallas de Boyacá, Carabobo, Pichincha, Junín y Ayacucho, consolidan su sueño de ver a América libre del yugo español.
En medio de la guerra, conoce a Manuela Sáenz, "la amable loca" como la denominó y que pasó a ser la "libertadora del libertador", al salvar su vida años después.
El fin
Pero Bolívar no sólo buscó la independencia, buscó
construir una nueva sociedad y estructura política.
En los diferentes congresos que promovió, como Angostura, expuso su idea de una nación de varias repúblicas.
Comprendió que la unidad era el camino para sostener a las nuevas repúblicas.
En los diferentes congresos que promovió, como Angostura, expuso su idea de una nación de varias repúblicas.
Comprendió que la unidad era el camino para sostener a las nuevas repúblicas.
Dictó varios decretos de reforma social, buscó abolir
la esclavitud y mejorar la condición de la población indígena.
Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron el eco necesario. Su sueño de la Gran Colombia, que había creado en las guerras de la independencia se desvaneció ante sus ojos.
Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron el eco necesario. Su sueño de la Gran Colombia, que había creado en las guerras de la independencia se desvaneció ante sus ojos.
Las naciones hispanoamericanas se separaron y fue
acusado de tirano y usurpador. Al final, debió renunciar y partir al exilio
nuevamente, quebrantado y enfermo.
Su vida acabó el 17 de diciembre de 1830, pensó que había "arado en el mar".
Su legado
Bolívar no pudo completar sus objetivos en vida, pero dejó un legado.
Su vida acabó el 17 de diciembre de 1830, pensó que había "arado en el mar".
Su legado
Bolívar no pudo completar sus objetivos en vida, pero dejó un legado.
El historiador venezolano, Manuel Caballero, indica
que el Libertador inventó una realidad y buscó soluciones para su tiempo.
Carlos Toranzo, analista político y director del Instituto
Latinoamericano de Investigaciones Sociales en Bolivia, considera que el legado
de Bolívar puede resumirse en cuatro puntos: la idea de libertad, su concepto
de integración, su republicanismo y la importancia de la educación para el
desarrollo de los pueblos.
Todos estos elementos son prioridades en la
Latinoamérica de hoy, más de cien años después de la muerte del Libertador.
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El Libertador,
al ver su sueño de la Gran Colombia destruido llegó a decir con dolor: “He
arado en el mar”. Tristemente hoy, a casi 185 años de su aciaga partida,
Bolívar diría lo mismo.
Para culminar
este post, les dejo debajo la reflexiva “Canción
Bolivariana” escrita por el músico, compositor y cantante venezolano Alí
Primera:
Canción
Bolivariana
Autor: Alí Primera (1941-1985)
Bolívar bolivariano
no es un pensamiento muerto
ni mucho menos un santo
para prenderle una vela
Un niño de Venezuela
tuvo un encuentro con él
puede ser imaginario
pero pudo suceder
Y esto lo conversaron
Bolívar y el carajito
debajo de un arbolito
que se salvó de la quema
debajo de un arbolito
que se salvó de la quema
Niño: "No es verdad Simón Bolívar
que al hacer tu juramento
histórico en Monte Sacro
no pensaste que tu brazo
hoy se sintiera cansado
de tantos que se han colgado
para escudarse en tu nombre."
Bolívar: "Hay razón en lo que dices
yo frente a Simón Rodríguez
juré liberar mi patria
y tal vez por inocencia
no la soñé gobernada
por indignos de mi herencia."
Niño: "Al pueblo tratan de quitarle la memoria
por eso al gringo Henry Clay
quien te insultó en tu vida y en tu muerte
le levantaron una estatua en nuestra Patria
y la doctrina latinoamericana
que acrisolaste en tu carta de Jamaica
le han disminuido su esencia
patriota y libertaria,
¡ah! si vieras el destino
de los pueblos que liberó tu espada
su mayor libertad
es la de morirse de hambre
pisoteados por la bota norteña
sobre la que nos alertaste."
Bolívar: "Los Estados Unidos parecen destinados
por la Providencia a plagar la América
de miserias en nombre de la libertad."
Niño: "Hoy acudimos a tu idea visionaria
al anti-imperialista pensamiento de tu frente,
disculpa que te trate de tú
pero para ser mi Libertador
tuviste primero que ser mi amigo
grandioso capitán navegando hacia Angostura
con la cara mojada por el Padre Rio
jamás en la historia de la Patria
hubo tantos borrones sobre un papel escrito
y el amor por el pueblo llevado a tanta
altura."
Y Bolívar sonreído
y lleno de comprensión
le saltaba el corazón
por lo que estaba escuchando.
Y mirando fijo al niño
del escolar sin escuela
dijo: Toma mis espuelas
que hay que jinetear de nuevo
tú te vas de pueblo en pueblo
a despertar a la gente
que alcen más y más la frente
para merecer la gloria
de hacer de nuevo la historia
liberando al oprimido
que si el pueblo está dormido
nunca ganará la gloria.
Niño: "Bolívar, en Birongo
allá por Barlovento
hay una placita con tu nombre
y prohíben visitarla sin camisa
para que veas que nuestras leyes
las dictan los de frac y de levita
en contra de los descamisados.
Bolívar: "... y se olvidan que yo usé camisa
prestada
cuando estuve en Santa Marta..."
Niño: "Y lo peor es que a mi pueblo
ya lo están dejando sin Bolívar."
Bolívar: "¿Lo están dejando sin moneda
carajito?."
Niño: "Sin conciencia Libertador, sin
conciencia.
El pueblo en su engaño
cree que la alta burguesía,
va a llevarte flores al Panteón Nacional
cada Aniversario de tu muerte."
Bolívar: "Y entonces ¿a qué van, pequeño
compatriota?."
Niño: "A asegurarse que estés bien muerto
Libertador, bien muerto.
Y Bolívar sonreído
y lleno de comprensión
le saltaba el corazón
por lo que estaba escuchando.
Bolívar: "El resultado es claro
la burguesía es hija de la Colonia y viceversa
la opresión está reunida en masa
bajo un solo estandarte
Y si la lucha por la libertad se dispersa
no habrá victoria en el combate"
Bolívar y el niño: "que si la lucha se dispersa
no habrá victoria popular en el combate."
Bolívar bolivariano
no es un pensamiento muerto
ni mucho menos un santo
para prenderle una vela
Un niño de Venezuela
tuvo un encuentro con él
oigan sonar sus espuelas
va cabalgando otra vez,
oigan sonar sus espuelas
va cabalgando otra vez.
Créditos:
photo credit: Simón Bolívar (statue) via photopin (license)
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