La Investigación Educativa en Venezuela: hacia la consolidación del ser social en su contexto

 

La Investigación Educativa en Venezuela: hacia la consolidación del ser social en su contexto

            La Investigación Educativa en Venezuela, en la acertada búsqueda de deslindarse del estricto paradigma cuantitativo positivista ha venido experimentando cambios a lo largo del tiempo, abriéndose a nuevos paradigmas y ha buscado darle el papel protagonista que debe tener el sujeto -como creador de su realidad y por tanto capaz de analizarla y modificarla- por sobre el objeto en la Investigación Educativa.

Pero, si bien se han logrado avances como los planteados en la Ley Orgánica de Educación vigente donde se promueve la formación universitaria de profesionales investigadores y se han logrado desarrollar investigaciones y propuestas de calidad en el ámbito de la Investigación Educativa en nuestro país, aún adolece de falta de contextualización a la realidad nacional al tomar planteamientos teóricos, epistemológicos y metodológicos de otros contextos, y también existe mucho desconocimiento (y consecuente desinterés y participación en la Investigación Educativa) de la importancia y el potencial de la Investigación Educativa por parte de los educadores, aunado a resistencia al cambio de paradigmas, además de existir restricciones en cuanto a la inversión en recursos materiales y humanos para Investigación Educativa.

            De modo que, es imprescindible la integración curricular de la Investigación Educativa para contribuir a convertirla en una Investigación Educativa para la acción, que no quede relegado su desarrollo a un reducido grupo elitesco, que todo educador se beneficie no sólo a través de los resultados que otros produzcan en Investigación Educativa, sino que cada educador sienta y haga de la Investigación Educativa una parte importante y necesaria de su actividad educativa diaria en el salón de clases, que le permita entender más aún su papel como educador de tal manera de mejorarlo cada día más.

Además, el educador-investigador debe convertirse en un promotor y formador de investigadores educativos, dejando de recibir, imponer e imponerse restricciones de tipo paradigmáticos, metodológicos y axiológicos que le impiden su apertura a promover un desarrollo cualitativo, colaborativo e interdisciplinario de sus investigaciones y la de sus estudiantes, restricciones que muchas veces obstaculizan el desarrollo de potenciales valiosas investigaciones educativas.

Así pues, la Investigación Educativa en Venezuela debe seguir integrándose formalmente en la teoría y práctica educativas, continuar fomentando esa preeminencia de lo humano, sus creencias, valores y significaciones en sociedad, contextualizando la Investigación Educativa a la realidad estudiada, y donde el educador-investigador y la comunidad educativa jueguen un rol primordial en los procesos y productos de la Investigación Educativa, que le permitan a ésta ser de utilidad para una transformación de la praxis educativa que contribuya cada vez más a la formación de ciudadanos integrales.