“Ningún
hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del
continente, una parte del todo.” John Donne (1572-1630) Poeta y clérigo inglés.
La
Teoría General de los Sistemas nos habla de cómo el todo es mayor que la suma
de sus partes, lo que axiomáticamente lleva a que una parte no puede ser el
todo, por ello es de considerar que colocar el pasado -una de las partes de la vida- como el todo
definitorio de la vida resulta una temeridad y
una muy mala opción de vida. Por ello,
el siguiente punto abordado respecto a poner el pasado en su justo lugar es el
relativo a la complejidad y el paradigma holista.
Reflexionar sobre la
complejidad y modelos (4)
Otro elemento interesante y fundamental abordado en el curso de Pensamiento Científico dictado por el Dr. Carlos Gershenshn en Coursera y que puede ser muy beneficioso a tener en cuenta para colocar las experiencias pasadas en su justo lugar, es el conocer y ubicarnos dentro del nuevo paradigma holista, y comprender la complejidad de la vida, con todos sus componentes e interacciones, y la función de la adaptabilidad, que nos ayudan a entender que si bien el pasado como parte de este sistema complejo que es la vida no puede ser eliminado, ignorado o separado del todo de la vida, tampoco puede ser considerado como el único factor determinante de ese todo, sino que podemos entender que se genera nueva información con las interacciones que le da al todo nuevas características que no estaban en las partes.
Si bien ciertamente la ciencia no puede responder a la pregunta de cuál es el propósito de la vida, puede ayudar a enfocar nuestro proceder en la vida de una mejor manera y así darle a nuestra vida un propósito valioso y útil. En el paradigma reduccionista no se tenía ninguna influencia ni responsabilidad en lo que ocurría, pero el que tengamos efecto y responsabilidad en lo que sucede y lo que nos sucede es algo muy útil que aporta el nuevo paradigma holista con las características emergentes propias de los sistemas complejos.
Ese efecto y responsabilidad que se tiene sobre lo que sucede implica una gran responsabilidad, pero de la cual vale la pena hacerse responsables y sin duda es mucho más beneficioso que vivir en un modelo en el que no podemos cambiar nuestro modo de ver y hacer las cosas pues somos considerados máquinas, tal como el que proponía el paradigma reduccionista.
Entender que todos estamos conectados y que podemos hacer la diferencia en nuestra vida y en la de otros nos permite ver que si bien el pasado tuvo, tiene y posiblemente tendrá una influencia en nuestra vida por ser un estadio de la misma, pues esto no significa que determine irremediablemente lo que es y será, ya sea de forma negativa o incluso positiva, pues siempre hay alternativas y hay que abrirse y adaptarse a los cambios.
Créditos:Otro elemento interesante y fundamental abordado en el curso de Pensamiento Científico dictado por el Dr. Carlos Gershenshn en Coursera y que puede ser muy beneficioso a tener en cuenta para colocar las experiencias pasadas en su justo lugar, es el conocer y ubicarnos dentro del nuevo paradigma holista, y comprender la complejidad de la vida, con todos sus componentes e interacciones, y la función de la adaptabilidad, que nos ayudan a entender que si bien el pasado como parte de este sistema complejo que es la vida no puede ser eliminado, ignorado o separado del todo de la vida, tampoco puede ser considerado como el único factor determinante de ese todo, sino que podemos entender que se genera nueva información con las interacciones que le da al todo nuevas características que no estaban en las partes.
Si bien ciertamente la ciencia no puede responder a la pregunta de cuál es el propósito de la vida, puede ayudar a enfocar nuestro proceder en la vida de una mejor manera y así darle a nuestra vida un propósito valioso y útil. En el paradigma reduccionista no se tenía ninguna influencia ni responsabilidad en lo que ocurría, pero el que tengamos efecto y responsabilidad en lo que sucede y lo que nos sucede es algo muy útil que aporta el nuevo paradigma holista con las características emergentes propias de los sistemas complejos.
Ese efecto y responsabilidad que se tiene sobre lo que sucede implica una gran responsabilidad, pero de la cual vale la pena hacerse responsables y sin duda es mucho más beneficioso que vivir en un modelo en el que no podemos cambiar nuestro modo de ver y hacer las cosas pues somos considerados máquinas, tal como el que proponía el paradigma reduccionista.
Entender que todos estamos conectados y que podemos hacer la diferencia en nuestra vida y en la de otros nos permite ver que si bien el pasado tuvo, tiene y posiblemente tendrá una influencia en nuestra vida por ser un estadio de la misma, pues esto no significa que determine irremediablemente lo que es y será, ya sea de forma negativa o incluso positiva, pues siempre hay alternativas y hay que abrirse y adaptarse a los cambios.
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photo credit: Giovanni 'jjjohn' Orlando via photopin cc
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