“Es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad, conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe.” Santo Tomás de Aquino (1224-1274) Filósofo, teólogo y Doctor de la Iglesia Católica
Continuando con el tema de poner el pasado en su justo lugar, uno de los puntos
utilizados para analizar los problemas relacionados con las ataduras del pasado
fue el de la contextualización de la verdad epistémica para no generalizarla,
por ello, en esta entrada de blog agrego a continuación una reflexión que
realicé a propósito de la definición de verdad y cómo propone el pensamiento
científico que se le aborde, y en la próxima entrada del blog, añadiré la
continuación del ensayo El
pasado en su justo lugar en que se aborda el tema específico de
contextualizar la verdad para lidiar con las experiencias pasadas.
Definir la verdad no es un Perogrullo
Normalmente,
en el diario devenir, consideramos la verdad como algo simple y unívoco, pues
ella es lo que es, o sea, es “La Verdad“, no requiere mayores explicaciones, y así hacemos
requerimientos como: “dime
la verdad“, considerando que la verdad es una sola posible y esa es la que nos
deben decir. Sin embargo, eso no es así, tal como mencionan las distintas
lecturas y videos analizados en el curso de Pensamiento Científico esta semana,
pues la verdad no es simple, ni sencilla sino que por el contrario es a
la vez compleja y complicada, lo que quiere decir que es -de acuerdo a lo
indicado en el artículo ¿Cómo hablar de complejidad? del Dr. Gershenson-
compuesta –pues ella se establece en un entorno de interacciones y además
depende de ellas- y es difícil de entender ya que cuesta definirla y cualquier
definición que se ofrezca puede prestarse a cuestionamientos.
Así
pues, no debe verse
como un Perogrullo o redundancia el establecer el significado o descripción
que se le otorga a la verdad siendo que se considera que ésta es aquello que
coincide con la realidad, pues al decir eso se presenta otra
interrogante: ¿qué es la realidad?, y si bien desde un punto de vista
ontológico la realidad es lo que es, debido a que la realidad última es
inalcanzable lo que se puede conocer de ella es una percepción enmarcada y
limitada por un entorno influenciado por experiencias subjetivas, y esta
realidad viene a ser entonces esa verdad conocible o cognoscible, que depende
de la perspectiva o contexto, por lo que estaríamos definiendo la verdad en
función de sí misma, así que determinar una verdad desde su asociación con la
realidad no ayuda mucho, pues esta realidad sería la analizada desde el
mundo de las experiencias o el mundo sensible como diría Platón, que es un
reflejo de la realidad última u ontológica, esa que es incognoscible y
que corresponde según el pensamiento platónico, al mundo de la realidad
inmutable o de las ideas, y por su cualidad de incognoscible no puede
utilizarse como elemento para definir la verdad.
Considerar que existe una única verdad genera intolerancia, discriminación, e incluso negación, manipulación y/o sustitución de alguna verdad, ya que la verdad es un constructo social que depende del observador y del entorno socio-cultural en el que esta se desarrolla y no puede ser impuesta ni analizada sin considerar todos los elementos involucrados (objeto, observador y descripción dada) ya que si estos no se consideran se coarta la verdad experimentada por un observador a la experimentada por otro, el análisis debe buscar un consenso poniéndose de acuerdo en la perspectiva de análisis, a través de un contexto, lenguaje y propósito común pues la verdad no es única, por ejemplo, puede considerarse verdad que si se da una bofetada fuerte a alguien sentirá dolor, pero esto no sería verdad para una persona con CIPA o insensibilidad congénita al dolor.
Considerar que existe una única verdad genera intolerancia, discriminación, e incluso negación, manipulación y/o sustitución de alguna verdad, ya que la verdad es un constructo social que depende del observador y del entorno socio-cultural en el que esta se desarrolla y no puede ser impuesta ni analizada sin considerar todos los elementos involucrados (objeto, observador y descripción dada) ya que si estos no se consideran se coarta la verdad experimentada por un observador a la experimentada por otro, el análisis debe buscar un consenso poniéndose de acuerdo en la perspectiva de análisis, a través de un contexto, lenguaje y propósito común pues la verdad no es única, por ejemplo, puede considerarse verdad que si se da una bofetada fuerte a alguien sentirá dolor, pero esto no sería verdad para una persona con CIPA o insensibilidad congénita al dolor.
En la reciente película de Ang
Lee, “La vida de Pi”, se ejemplifica cómo la verdad de un acontecimiento puede
ser diversa y adaptarse a lo más creíble o quizá a lo menos doloroso, así, el
naufragio de un joven y la pérdida de su familia en el mismo, se cuenta como
una aventura extraordinaria e increíble que un joven vive al naufragar con un
Tigre de Bengala (lo menos doloroso), o un terrible acontecimiento
experimentado por el joven al luchar contra la miseria humana y la muerte
(desafortunadamente, lo más creíble) , el joven cuenta la historia de su
vivencia con el tigre como su verdad, pero la cambia por una historia o verdad
más creíble según le solicitan sus oyentes, quienes atónitos con la increíble
historia contada le pidieron “la verdad”, esa que “todos podamos creer”
y “que no nos haga ver como tontos”.
Así pues, el joven de la
película consideró “más útil” o con propósito la verdad que complacía a sus
oyentes, aunque primero consideró “más útil” como su verdad la vivencia
con el tigre, quizá porque era menos dolorosa para él dentro de lo que cabe en
la tragedia narrada. La película deja abierta la duda de cuáles fueron los hechos
acaecidos, aunque se desarrolla todo como lo vivido con el tigre. En todo caso,
la película ejemplifica cómo incluso la verdad de unos hechos es tan
dependiente del contexto socio-cultural y de la experiencia subjetiva, que no
puede ser rechazada o aceptada a priori como la verdad sin analizar las
interacciones de los componentes para decidir si esa verdad es válida
dentro del contexto en el que se analiza, siendo incluso, para el caso de lo
narrado en la película, algo parecido a las “mentiras” -¿o quizá
“verdades”?- sociales que se mencionan en el texto analizado, como por ejemplo
cuando respondemos “Bien” por poca confianza al conocido que nos pregunta ¿Cómo
estás?, cuando en realidad para nada estamos bien, porque por ejemplo tuvimos
la pérdida de un ser querido. Esto no quiere decir que todo se pueda aceptar
como verdad, pero no debe rechazarse a priori como tal, por analizar desde
nuestro contexto y no en el contexto del que expresa la supuesta verdad.
La teoría general de los
sistemas (TGS) habla de que la verdad está en la acción y la acción es
verdadera si cumple sus objetivos, así que más que dar una estricta
definición de la verdad, la TGS la aborda a través de la utilidad o
cumplimiento del propósito de la acción o descripción dada como verdad, que es
más acorde con el carácter múltiple y relativo de la verdad que las
definiciones que buscan generalizarla supeditada a otro concepto complejo como
realidad, mente, sentimiento, como en la dada por la RAE: “Conformidad de
las cosas con el concepto que de ellas forma la mente”.
Quizá tratar de probar
la imposibilidad de negar una verdad –con las evidencias materiales y/o racionales
pertinentes en el respectivo contexto- que la posibilidad de probarla como tal
sea más idóneo para definir una verdad como indica otro concepto de verdad de
la RAE: “Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente”, es decir,
si no puedo probar que es falso entonces es verdadero.
Créditos:
photo credit: TaniaMG via photopin cc
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